En esta planta de PDVSA surgió un altercado entre los trabajadores y uno de sus jefes coreanos, que al ver que los trabajos estaban corriendo mal decidió cortarle la cara a un trabajador al golpearlo debido a una discusión. El resto de los compañeros dejaron sus labores, y se fueron a buscar al jefe coreano para tratar de lincharlo, porque ya no soportan ser sus esclavos.
Ante este hecho, se hizo presente la Guardia nacional, que terminó disparando al aire para disolver al grupo de trabajadores violentos.
Lo sorprendente de este acto estúpido de la Guardia Nacional, es que si uno solo de los disparos alcanzara a perforar una de las tuberías de combustible, o uno de los múltiples tanques que existen en el sitio, se pudiera haber originado una explosión que mataría de inmediato a cientos de personas que trabajaban en el sitio.
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