El tirador permanece detenido en una cárcel del condado Broward y se espera haga su primera aparición en una corte federal el lunes, donde deberá recibir cargos.
George Piro, de la oficina del FBI en Miami, señaló que en noviembre pasado Santiago acudió a una oficina de esta agencia federal en Anchorage, en Alaska, y su “conducta errática” motivó que fuera derivado a instituciones mentales para una evaluación psicológica.
Algunas fuentes relatan que Santiago afirmó que “escuchaba voces” del Gobierno que le decían se uniera al Estado Islámico (EI).
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