Se trata de una mujer de nacionalidad ucraniana de 25 años, que de la manera más descarada, corrió en presencia de los medios y los cuerpos de seguridad para sabotear la actividad y gritar “Dios es mujer”.
Aunque logró aproximarse lo suficiente como para alborotar el lugar, no pasó mayores gracias a que resultó detenida a tiempo por las autoridades italianas. A la activista se le acusa de ofensas religiosas, tentativa de robo, actos obscenos en lugares públicos, resistencia y heridas a un representante del orden público.
Es importante resaltar que Femen es un grupo que se encarga de protestar contra los lineamientos machistas.
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