QEPD Evio Di Marzo, fue un buen ciudadano y un gran artista. Su trágica muerte debe ser investigada penalmente para determinar la verdad legal de los hechos, no basta que muchos medios de comunicación digan que fue un atraco para robarle el carro. Yo desconfío de versiones prematuras, así me lo dicta mi formación como abogado penalista.
Punto previo: se prendieron mis alarmas el 29-5-18 leyendo tuiter y viéndome otra vez como tendencia número 1 nacional, sin buscarlo. Mi deseo es la unidad revolucionaria total. Me preocupa que cualquier chavista piense mal de mi actuación, sobre todo si se trata de un dirigente o una dirigente que conozco y respeto, por ello deseo la oportunidad de subsanar malos entendidos y corregir fallas.
Pase lo que pase, siempre seré revolucionario, fiel a mis ideales de humanismo, solidaridad, igualdad y justicia social. Respeto a todos mis camaradas chavistas, desde sus bases hasta sus jefes. Y es mi deseo tender puentes de comunicación efectiva para hacer el mismo trabajo de defensa del socialismo que por años vengo haciendo. Con humildad, honestidad, lealtad y buena fe. Como chavista de base, siempre he pensado en que haciendo aportes bastará para construir lazos de confianza, camaradería y amistad para el trabajo político entre bases y dirigentes, pero los años me han demostrado que no es así y que los acercamientos se buscan, no son espontáneos. Más bien veo que desde la distancia puede crecer una gigante bola de dudas, desconfianzas y prejuicios, así lo siento.
Solicitud a la DN-PSUV: por lo antes mencionado, pido un derecho de palabra en la Dirección Nacional del PSUV con el único propósito de aclarar, en el marco del debido proceso, las posibles dudas, preguntas o críticas de mi actuación; presentar resumen de trabajo realizado y presentar propuestas en materia jurídica en función del interés nacional. No se puede permitir a la derecha y a su herramienta el diario El Nacional que genere incertidumbre entre revolucionarios. Dice la Constitución que todo el mundo se presume inocente hasta que se pruebe lo contrario (debido proceso).
Inicio mi aclaratoria…
Lo tecnológico: descontextualizar mis comentarios en redes sociales y viralizarlos ha sido una tarea frecuente encabezada por el medio ultra opositor El Nacional, un periódico que en meses recientes ha fabricado escándalos artificales en redes sociales poniéndome como protagonista con la aspiración de asesinarme moralmente y destruir mi reputación. Por lo tanto, cada vez que yo diga algo aparentemente controversial, antipático o demasiado franco, El Nacional lo reseñará en su web y fomentará que sus seguidores opositores me ataquen en Twitter para producir revuelo y tal vez tendencia en redes. Cabiendo la posibilidad que chavistas confundidos se adhieran al ataque contra mí (si no fuera viral, casi nadie opinaría). Otros chavistas rechazarán el ataque, pero los tuiteros con millones de seguidores (la mayoría son opositores) impondrán la tendencia y la visión negativa escandalizante en la red. Gracias señores de El Nazional por hacerme publicidad sin cobrarme.
Lo filosófico deontológico: es factible medir el valor de la vida de un ser humano …y pregunto ¿la vida de un bombero que salva vidas humanas de las llamas vale lo mismo que la de un terrorista que asesina miles de vidas? Pues claro que no valen lo mismo. Todas las ciencias sociales lo reconocen pero decirlo en 140 carateres de un tuit se presta para que El Nacional cause alboroto. No hay delito, ni falta ética, ni moral, ni violación del humanismo ni de los principios revolucionarios al juzgar el valor de la vida de las personas. Yo comparé la vida de Evio Di Marzo y la de su hermano. Si me califican de imprudente por ello y el mal momento escogido, estoy dispuesto a revisarme y rectificar.
Los hechos reales: dije en mi tuit dije que la vida de Evio Di Marzo valía más (o fue más útil) que la de Yordano en el plano del servicio social, sin ánimo de ofender, es decir, en el contexto de que el primero (Evio) aportó más a la sociedad porque fue artista apoyando a la revolución bolivariana de la gente humilde, mientras que el segundo (Yordano) ha sido usado por medios de comunicación de millonarios capitalistas para atacar injustamente al proceso de inclusión y justicia social llamado chavismo (su famosa canción “Por estas calles” antiguamente revolucionaria, ahora es himno opositor para penetrar barrios populares y fomentar anti chavismo). Esa es mi opinión y la cualquier revolucionario sensato (muchos lo piensan pero no lo dicen, tal vez cayendo en un puritanismo burgués de que los puedan satanizar por expresarlo).
La inmunidad de la vida humana: el derecho la vida es inmune porque no puede ser atacada, yo lo tengo muy claro y mis tuits así lo expresan, pues ni siquiera por sentencia judicial penal se puede eliminar la vida del peor asesino del mundo, dicho de otro modo, me opongo a la pena de muerte y en Venezuela no está contemplada. Es más, culpables de delitos graves pierden su libertad por condena judicial pero matiene todos sus demás derechos humanos, por ejemplo, derecho a la integridad física y mental, no puede ser torurado, ni humillado, etc. En ningún caso yo llamaría a la muerte de nadie ni menospreciaría la vida nadie. Otra cosa es valorar la vida de un sujeto por los aportes que hace, es decir, su servicio a la sociedad. Y sobre eso invito a debatir abiertamente conmigo a quien se atreva en un plano de sentido lógico que excluye cacería de burjas o la satanización de quien opina.
Conclusión: ofrezco disculpas por angustias o molestias causadas a mis camaradas, repito que respeto la vida de todos los seres humanos, así como respeto otros puntos de vista. Trabajemos juntos por consolidar la paz y la tolerancia en Venezuela, más allá de diferencias políticas.
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