Hoy es el último día sin mujeres al volante en este país, donde durante décadas no se les ha permitido conducir vehículos.
Con este motivo, la Dirección General de Tráfico saudí ha lanzado una campaña dirigida a las nuevas conductoras llamada “Confía en dios y lánzate”, cuyo objetivo es reforzar los conceptos de seguridad vial y las normas de conducir.
Muchas ya cuentan con los permisos, obtenidos tras pasar los exámenes preceptivos o gracias a la convalidación de los carnés internacionales de conducir con los que cuentan algunas saudíes y que han sido reemplazados por unos nacionales.
Sin embargo, la dirección de tráfico ha advertido a la conductoras de que no se aventuren a salir a las calles hasta mañana domingo porque las penas por hacerlo continúan vigentes hoy.
La conducción de las mujeres ha sido una de las puntas de lanza de la lucha por sus derechos y una controvertida y espinosa cuestión en el reino, rechazada tradicionalmente por la mayoría del estamento religioso, que esgrimía razones religiosas y morales.
Sin embargo, el decreto emitido por el rey saudí Salman bin Abdelaziz el pasado septiembre para abolir el veto impuesto a las conductoras fue respaldado por los religiosos que se han adherido a las reformas, mientras que los más críticos han optado por el silencio.
Predicadores como Saleh al Magamsi empezaron entonces a instar a las futuras conductoras a respetar los códigos de “decencia y pudor” una vez que se pongan a los mandos de los coches, pero sin poner en duda el hecho en sí.
Por su parte, los contrarios a esta medida y a otras tomadas en los últimos meses, como la inauguración de salas de cine, la organización de conciertos, la apertura de espacios mixtos, que retan a la estricta y tradicional separación de sexos, o la decisión de suprimir la tutela masculina sobre las mujeres, han optado por callar.
Detrás de Bin Abdelaziz, el artífice de estos cambios ha sido su hijo y príncipe heredero, Mohamed bin Salman, quien justo hace un año fue designado en ese cargo.
El escritor y periodista saudí, Turki al Turki, asegura a Efe que el motivo del silencio de los más conservadores se debe a que “estos opositores a la conducción de las mujeres no pueden afrontar la fuerte ola de cambio que es ya obvia en distintos aspectos de la vida en el país”.
No tienen más remedio “que rendirse ante el nacimiento de una nueva sociedad, moderna y libre”, aduce Al Turki, para quien este domingo es “el día esperado que coronará la lucha de muchas mujeres desde los años noventa, cuando tuvo lugar el primer movimiento femenino para reivindicar la obtención del permiso de conducir, hasta los últimos intentos desafiantes para lograr este fin”.
La primera manifestación de protesta se remonta a noviembre de 1990 y fue liderada por 47 mujeres en las calles de la capital, que tomaron a la vez sus coches y que acabó con su detención, la prohibición de viajar al extranjero y la expulsión de sus trabajos.
La Primavera Árabe dio un renovado aliento a las activistas por los derechos humanos de la mujer, que lanzaron a partir del 17 de junio de 2011 una serie de iniciativas y protestas, que terminaron, la mayoría de las veces, con el arresto durante varios días de sus protagonistas y la liberación tras el pago de una multa de quienes osaron conducir.
Para Al Turki, “los saudíes notarán la gran diferencia entre el periodo anterior, cuando las mujeres sufrían para ir al trabajo, y ahora, cuando serán autónomas para manejar sus asuntos cotidianos”.
Según el escritor, la nueva medida también supondrá un ahorro para las familias en gasto de chóferes y taxis y aumentará las ventas de vehículos.
Fuente: Donlengua.com
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