Este señor era un excelente profesor de secundaria que perdió su empleo poco después de la entrada de Chavez en el poder hace casi 20 años. Desde entonces vaguea por las calles, hace mandados, ayuda a entregar periódicos y publicidad. Últimamente se le ve en las cercanías del distribuidor Boyacá, también en algunas zonas de Petare y ahora ha decidido vestirse como fiscal de tránsito para intentar entretener a los conductores que pasan por el sitio, haciendo todo tipo de acrobacias, volteretas y maniobras para llamar la atención y le lancen algo de dinero o comida.
Lo cierto es que el hombre no acostumbra pedir dinero, verbalmente, pero la gente siempre le da algo para que no se muera de hambre. Así es como viven los venezolanos, en medio de la miseria, haciendo cualquier cosa para sobrevivir, y en este caso, al borde de la locura.
Fuente: Donlengua.com
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