“Él arrancaba unos pedazos pequeños y comenzó a sacar testimonios de esa manera. Los enrollaba y doblaba de forma muy pequeña para dárnoslo a nosotras, con la intención de esconderlo bien antes de que llegaran al punto de humillarnos con la requisa de la desnudez total”, explicó la mujer, según reseñó La Patilla.
Detalló que, aunque en 2016 comenzaron a aplicarse restricciones más “complicadas” para la familia López, el hombre se mantuvo firme en seguir enviando mensajes.
“Utilizaba los mismos papeles de antes, aunque esta vez los enrollaba en un teipe y los metía en un chicle”, declaró.
Explicó que esos papeles los colocaba dentro del baño, ya que era el único espacio en el que no había cámaras de vigilancia.
“10 minutos antes de que nos fueran a buscar para terminar la visita, yo iba al baño, agarraba el chicle y lo colocaba dentro de mi boca. Le preguntaba si se me veía o no, mediante mímicas. Él me decía que no se veía y si sospechaba, que me tragara el chicle“, apuntó.
Fuente: Maduradas.com
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