Pero a pesar de que con un simple ataque armado, o con un par de intervenciones internacionales sería bastante sencillo acabar con la dictadura y específicamente con Nicolás Maduro y su entorno, una buena parte del liderazgo opositor parece no tener la conveniencia de que esto ocurra, debido a que algunos de ellos también están viviendo y ganando con la corrupción de este narco-régimen.
Esto significa que muchos líderes opositores tienen sus manos sucias y es por eso que ya últimamente ni siquiera llaman a un paro nacional, a alguna manifestación de calle y ni siquiera apelan a las propias leyes chavistas para intentar liberar al país de la tiranía.
Últimamente se ha notado que ninguna iniciativa ha sido apoyada por nuestros actuales dirigentes opositores al régimen, y sin dar muchas excusas, apenas le piden a la gente que esperen a que todo se resuelva solo, ya que el tiempo de Dios es perfecto, o excusándose diciendo que ninguna dictadura ha caído utilizando la violencia ni la presión social, cosa que es falsa.
Sólo le resta a la verdadera oposición organizarse y descartar a cualquier personaje que haya tenido contacto con el chavismo, los que hayan negociado con el régimen, los que actualmente tienen cargos públicos y que supuestamente no están cobrando por su trabajo, pero a pesar de esto se les ve que tienen mucho dinero para viajar y vivir muy bien.
Una renovación de fondo de la oposición nos permitirá descubrir a los traidores y evitar que vuelvan a interferir en nuestros planes de acabar con la dictadura y restaurar el hilo democrático, alternativo y representativo en nuestro país deteriorado.
Fuente: Donlengua.com
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