“Ya no es tan útil la división clásica entre estratos altos, medios o bajos. Los venezolanos se dividen entre quienes tienen acceso a divisas y quienes no. 26% tiene acceso por sus ahorros, por su auto generación o por la remesas que reciben. Y esto hace su vida muy diferente”, dijo.
Sostuvo que las proyecciones de 2018 “son muy negativas. Ya no hay forma de evitar el desate de precios por encima de 100.000% al cierre del año y las inversiones están en el piso, lo que pronostica una caída severa del PIB, mientras el dólar negro continuará su ruta al infinito. Por ahora, no se ha comenzado ninguna estrategia racional económica que permita recuperar la confianza. Cuando eso ocurra, podremos empezar a proyectar tiempos de reestabilización”.
León manifestó que las remesas abarcan ya al 9% de las familias en Venezuela con una media de recepción de 60 dólares: “Es importante pero aún incipiente en comparación a la historia latina. Se espera incrementar en penetración y montos a más del doble en dos años”.
“La oposición está desmembrada, desarticulada y sin liderazgo creíble para la población. Ni los moderados ni los radicales logran conectar masas. La unidad indispensable solo se logrará con el surgimiento de nuevas propuestas que emocionen y alineen a la gente, no a los lideres”, acotó.
Precisó que la negociación será la ruta final “para solucionar el problema, pero solo será efectiva cuando el costo de no hacerla sea infinito para ambas partes. Sin construir primero el poder de negociación, las negociaciones son inviables“.
“Las crisis son momentos de oportunidad, cuando se han desarrollado los más importantes inventos, innovaciones y negocios. Pero los riesgos son elevados y el éxito depende de entender entorno, rellenar vacíos, saber finanzas, profesionalizar decisiones y tener estomago de hierro”, agregó.
Fuente: Donlengua.com
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