La solución definitiva parece ser la que están aplicando últimamente, que consiste en quitar toda la energía eléctrica del lugar y apenas dejando algunas luces de emergencia. Todo se ve muy oscuro y de esta manera se pueden ocultar todos los males. Además no se nota el flujo de emigrantes saliendo definitivamente del país por vía aérea. Tampoco se podrán ver los pocos locales comerciales que quedan, cerrados y sin mercancía. Pero de día la verdad no se puede ocultar. La desgracia que azota a Venezuela, ya no tiene forma de medirse y es por eso que los que quedamos en el país, estamos por primera vez en la historia, pensando en la posibilidad de emigrar a donde sea y bajo cualquier condición, y es que el infierno puede ser mejor que este país sucio y dañado que ya no tiene reparación, ni con Maduro ni sin maduro.
Fuente: Donlengua.com
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