Lo cierto es que esa carne nunca llega a manos de la gente común ya que al cortarla, pasa de bachaquero a bachaquero y cuando termina siendo vendida al público ya vale más de 5 veces el precio anunciad. Sin embargo Lacava si se pudo llevar sus cortes de primera a su casa, ya que a los delincuentes del régimen no les falta nada en casa jamás.
En el video se puede observar además la falta de higiene al tratar estos alimentos, e incluso podemos ver cómo la carne es apiñada en el suelo, rozando hasta los zapatos de los presentes, convirtiéndose en un foco de infección bastante grave. Seguramente si los carniceros fueran portugueses, los metían presos, como lo hicieron con los gerentes de los supermercados de Caracas.
Fuente: Donlengua.com
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