El hecho ocurrió en la noche del jueves a pocos metros de una barriada pobre en la que viven en precarias condiciones cerca de 250 refugiados venezolanos y diez días después de que el Gobierno brasileño autorizara el uso del Ejército para contener la violencia en Roraima y los incidentes entre brasileños e inmigrantes.
Según testigos del hecho, el venezolano asesinó a puñaladas al brasileño Manoel Siqueira de Souza, de 35 años y quien supuestamente lo persiguió tras haberlo visto robar en una tienda.
Las personas que vieron el asesinato persiguieron al venezolano y lo mataron golpeándolo en la cabeza con diferentes objetos.
La Fuerza Nacional de Seguridad, cuyos miembros fueron enviados a Roraima para reforzar la seguridad, fue enviada al lugar del homicidio y del linchamiento para evitar nuevos actos de violencia y ante el temor de los venezolanos de sufrir represalias.
De acuerdo con las autoridades, el incidente agravó el clima de hostilidad hacia los venezolanos de parte de la población de Boa Vista.
El incidente se produjo diez días después de que el presidente de Brasil, Michel Temer, anunciara la movilización de 3.200 soldados para reforzar la seguridad en la región fronteriza y en Boa Vista, tras una ataque de parte de la población local contra campamentos de inmigrantes venezolanos.
En esas protestas violentas, los vecinos de la localidad de Pacaraima, único paso fronterizo entre Brasil y Venezuela, quemaron tiendas de campaña y objetos personales de algunos inmigrantes.
La tensión vivida en Pacaraima provocó que al menos 1.200 venezolanos decidieran regresar a su país.
Según cifras oficiales divulgadas esta semana, 75.560 venezolanos que ingresaron al país por Roraima solicitaron regularizar su situación migratoria en Brasil desde 2015 hasta agosto pasado.
De acuerdo con los datos oficiales, desde 2017 han entrado a Brasil 154.920 venezolanos vía terrestre por la localidad de Pacaraima, pero algo más de la mitad (79.402) ya han abandonado el territorio nacional, de los cuales 54.560 salieron por fronteras terrestres y los otros 24.842 tomaron vuelos internacionales.
De los que decidieron quedarse en Brasil, cerca de 5.200 están en alguno de los abrigos construidos en Boa Vista y dependen actualmente de la ayuda humanitaria, y otros 1.507 han sido trasladados desde Roraima a otras ciudades del país.
Este proceso de reubicación es una iniciativa del Gobierno para reducir la presión migratoria sobre Roraima, uno de los estados más pobres del país y cuyos servicios públicos se han visto desbordados ante la llegada de venezolanos.
Fuente: Donlengua.com
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