Operadores expresaron que tienen dañados el turbo, correas, caja, motor, cigüeñal, motor, pasillas, rolineras; mientras que a otros les faltan cauchos y aceite.
“Hay unidades que están desde el 2005, sobre todo las primeras que empezaron a entregar. Desde hace cuatro años más o menos también han estado ingresando otras porque se les dañan algunas partes”, indicó un trabajador quien no quiso ser identificado.
Explicó que a las unidades que están muy deterioradas “les quitamos cosas que necesitamos colocarles a las que si están operativas para garantizar su funcionamiento y que preste el servicio sin parar”.
Por otra parte, se conoció que actualmente hay alrededor de 31 unidades de 7 y 8 metros operativas en el estado, que cubren rutas como Carayaca, Puerto Cruz, La Costa, Marapa Piache, Caribe, Catia la Mar, Caracas, Naiguatá, entre otras, además de que han recibido cauchos por parte de Fontur.
En cuanto a las quejas que tienen los usuarios sobre el tiempo de operatividad que tienen estas unidades y su funcionamiento, señaló “que no los saben manejar ni cuidar porque no son de ellos. Todo dependerá de cómo traten el vehículo”.
Agregó que “cuando el carro es propio se vuelve patrimonio familiar y de ahí el empeño que uno tiene con el vehículo de que no se deteriore tanto. Cuando es de una compañía del Estado o privada sus conductores no le prestan mayor atención porque para ellos es un trabajo más. Simplemente pasa y se deja de prestar el servicio a la comunidad”, comentó José Rincón, chofer de una de la líneas privadas.
Agregó que los transportistas privados están muy pendientes del estado de los buses, aún “cuando tenemos más de dos años trabajando a pérdida”.
Se intentó obtener información con los trabajadores de la empresa sobre la recuperación de los buses accidentados, pero no fue posible.
Fuente: http://laverdaddevargas.com
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