Ender Bracho, de 39 años, falleció luego de padecer una infección en el oído, en el barrio Los Tres Reyes Magos de Maracaibo, – estado fronterizo con Colombia por el Zulia- y su caso no solo asombró a Venezuela sino al mundo. Evidenció la precariedad en que viven y mueren miles de venezolanos.
El vídeo de la familia, entre ellos, la madre cavando el hueco en el patio de la humilde vivienda se hizo viral. Las autoridades luego compraron la urna, lo llevaron al cementerio y Ender Bracho pudo descansar en paz: en una urna y en lugar adecuado.
En el estado Táchira, en el municipio fronterizo Junín, por las redes sociales corrió un video de un sepelio entrando a la imponente iglesia Santa Bárbara de Rubio –también municipio fronterizo con Colombia por el estado Táchira- y el cadáver era sostenido por las personas con bolsas plásticas y no con un ataúd.
Era la primera vez que públicamente se conocía en Venezuela y el Táchira , que un cadáver era llevado a la iglesia para la misa final, en bolsas plásticas sostenidas por las cuatro esquinas, y no en un ataúd.
Velado en la cama sin ataúd
El video del hombre llevado hasta su última sepultura en bolsas plásticas negras , luego fue acompañado de una foto del velorio en su casa de habitación. No fue más suntuosa la velación: el hombre fue despedido por su familia en la cama.
Uno de los asistentes tomó la foto de un hombre acostado en la cama, arropado, rodeado de los candelabros sin velas, de los floreros de metal sin flores, y las cortinas que identifican los accesorios de un velorio, pero sin la urna. En la cama yacía el cuerpo inerte bien arreglado y arropado.
Fuente: Omaira Labrador M / lanacionweb.com
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