Según declaró Navarrete a Milenio TV, las autoridades mexicanas habían llegado a un pacto con los migrantes para que entraran a México de manera “ordenada” en grupos de entre 50 y 100 personas para ser revisados y permitir su entrada de manera “documentada”, pero la caravana “incumplió” el acuerdo.
“Ellos lo aceptaron pero hace unos minutos, de manera violenta, un grupo de cientos de personas hondureñas trataron de entrar a México por la fuerza y han lastimado a policías mexicanos”, denunció Navarrete, después de que la caravana atravesara la valla fronteriza.
El ministro aseveró que la entrada a México estuvo organizada por “grupos específicos” que pusieron por delante a mujeres embarazadas y niños, lo que definió como “un acto atroz”. “Desde luego la policía jamás violentará a niños o a mujeres embarazadas”, añadió.
Señaló que esto ha supuesto una “ruptura del acuerdo” que habían adoptado con el Gobierno mexicano que, según Navarrete, ha velado por ellos y se ha “enfrentado a cualquier amenaza o presión de países distintos, especialmente Estados Unidos”, país que amenazó con cerrar su frontera con México para impedir el acceso de los migrantes.
Por ello, el secretario pidió “por favor” a los migrantes que “regresen al diálogo que habíamos tenido” para que el Gobierno pueda “respaldar la caravana” bajos sus leyes migratorias. Pidió que se presenten ante las autoridades migratorias mexicanas para que estas puedan tomar su documentación y evitar que los migrantes “estén sujetos a irregularidades”.
El río de migrantes ingresó al país desde la guatemalteca ciudad de Tecún Umán, después de forzar la valla fronteriza que divide ambos países. La valla se quedó abierta durante aproximadamente media hora hasta que fue cerrada por las autoridades guatemaltecas, si bien aceptaron las peticiones de varios integrantes de la caravana que quedaban dispersos después de que pasara el grueso de los migrantes.
Fuente: EFE
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