Cuando transitaba con su comadre y la niña, de ocho años, por el puente Baloa fueron interceptadas por dos antisociales en moto que le intentaron quitar el teléfono celular. Al parecer Herrera se resistió al robo, por lo que el delincuente le disparó en la cabeza y huyó.
Testigos de lo ocurrido ayudaron para montarla en un vehículo y luego fue trasladada hasta el Hospital Domingo Luciani, donde llegó sin signos vitales.
La joven vivía en Guarenas con sus abuelos. Era estudiante del quinto semestre de Contaduría en la Universidad Santa María y tenía pensado irse a España, donde la esperaba su padre.
Fuente: Donlengua.com
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