Lo que no vio este delincuente, es que su víctima tenía un arma de fuego engatillada y lista para matar al que quisiera robarlo. Cuando intentó acercarse a la ventanilla, ni siquiera hizo falta mediar palabras, y el conductor le disparó en el pecho matándolo inmediatamente. Su compañero se escapó al escuchar el disparo.
El conductor del vehículo abrió la puerta para arrimar parte del cuerpo del malandro abatido, y así poder seguir circulando como si nada hubiese pasado. Sin embargo aplastó una de sus piernas al acelerar.
Esta situación es tan común, que a cualquiera que viva por la zona le preguntas si ha visto algo parecido a esto y te dicen enseguida que si, que la semana pasada o que hace un par de días. El video deja muy clara la situación de salvajismo que se vive en Venezuela y lo poco que vale la vida de los ciudadanos, sean malandros o sean ricachones.
Fuente: Donlengua.com
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