El hecho ocurrió en una zona comercial muy concurrida de esa importante ciudad australiana. Además de haber asesinado a un inocente y herido a otros dos, el criminal logró incendiar un automóvil que se encontraba aparcado en la zona.
Cuando los agentes policiales tomaron participación en el suceso, el sospechoso intentó apuñalar a los oficiales. Uno de ellos, imposibilitado de detener al hombre y sin otra opción ante el riesgo de vida que representaba, no tuvo otra opción que dispararle. Herido, fue trasladado a un hospital bajo una importante escolta.
De acuerdo con el relato de los primeros testigos, el presunto asaltante estrelló su vehículo contra un centro comercial en la calle Bourke, y acto seguido abandonó el coche en llamas y comenzó a apuñalar con un cuchillo a los allí presentes, uno de los cuales murió en el lugar.
Fuente: infobae.com
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