Intentan implementar la tesis de que la extensión de vigencia del pasaporte se ha tomado como medida para disminuir el impacto ecológico que implica la producción del papel usado en los documentos de identidad, cuando se sabe perfectamente que, como consecuencia del colapso del país, no tenían recursos para comprar material y emitir nuevos pasaportes, dada la alta demanda de solicitudes por la migración masiva. Pero, a efectos de la “revolución”, la larga espera por un pasaporte en el país es positiva porque disminuye la emisión de CO2.
Fuente: Maduradas.com
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