“Mis nietos andan descalzos. Mi hija no tiene cómo mantenerlos, por más que trabaje. Ella trabaja por allá, por El Dorado, haciendo hasta cosas que no debe hacer. Ha tenido que prostituirse para poder mantener a sus hijos. Es fuerte, es fuerte lo que estamos viviendo y eso me afecta”, contó la mujer.
Con este testimonio, esta abuela describe la desgracia que viven miles de familias en Venezuela, producto de la escasez, el bajo poder adquisitivo, la hiperinflación, las fallas de servicios públicos, y otros problemas que afectan el desarrollo de niños y adultos.
La mujer reconoció que los ingresos de su familia no les alcanzan para comer, ni siquiera pueden enviar a los niños a la escuela porque no tienen el dinero necesario para adquirir uniformes o útiles escolares.
TESTIMONIO "Mis nietos están descalzos, su mamá no tiene cómo mantenerlos. Ha tenido que prostituirse para mantener a sus hijos y todo eso me afecta, no puede mandarlos a la escuela, porque no tiene para comprar los libros, si compra arroz no puede comprar pollo" pic.twitter.com/ZTMLtUi9T8— Oliver Fernández (@oliverandresfz) 5 de noviembre de 2018
Fuente: Maduradas.com /NTN24
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