Se estableció que la comerciante afectada fue la ciudadana, Catalina Viloria Vidal, quien resultó afectada por estas dos mujeres, las cuales luego de realizarse la denuncia, fueron identificadas por las autoridades como Maolys Coavas Soto, con cédula venezolana No. 18011050 y Yandris Archila Palencia, con cédula venezolana No. 18708218.
La señora Viloria Vidal manifestó, que les dio empleo en su taberna por más de seis meses y además les ofreció posada en su casa. El pasado domingo, según cuenta la víctima, estuvo en su negocio alrededor de las 8:00 de la noche, y las mujeres ya con la confianza ganada, le ofrecieron una bebida que al parecer contenía alguna sustancia psicoactiva, porque de acuerdo a la narración de la víctima, después de algunos minutos comenzó a sentirse mareada y en malas condiciones de salud. Frente a esto las mujeres venezolanas se ofrecieron a llevar a la señora Catalina Viloria hasta su casa de habitación, hecho que aceptó la víctima sin preveer lo que pasaría después.
La víctima manifiesta que una vez llegó a su casa, quedó sumida en un sueño profundo del cual despertó solo hasta el otro día, sobre las 10:00 de la mañana, con la sorpresa que la había robado.
Según la afectada, las dos mujeres venezolanas, le robaron $6 millones de pesos en efectivo; perfumes; joyas en oro; un celular, entre otras pertenencias que tenía en su casa. Del negocio (taberna), se llevaron el surtido representado en licores y otras bebidas; un televisor de 58" pulgadas, marca Samsung; el equipo el sonido; un computador de mesa; un computador portátil; una Tablet y el dinero producido de esa noche, aproximadamente $600 mil pesos.
La señora Catalina Viloria Vidal, en diálogo con Noticias Caracol de La Voz del Cinaruco, expresó que el valor total de lo robado asciende a los $20 millones de pesos "mal contados", que ya se encuentra instaurada la respectiva denuncia contra las responsables de este hurto ante la Fiscalía General, y que Yandris Archila y Maolys Coavas, contaron con la ayuda y complicidad de dos mujeres más, de las cuales no se suministró su identidad, quienes laboraban en otra taberna y huyeron junto con las sindicadas.
La víctima aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a los araucanos, a fin de que no brinden confianza ni oportunidades a personas así, de las cuales se piensa son buenas, pero que al final tienen este tipo de actuaciones.
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Fuente: lavozdelcinaruco.com
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