El cuerpo del pequeño Julen Roselló, hallado sobre la 01.25 horas (00.25 GMT) estaba atrapado en un túnel de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad perforado para realizar sondeos de agua.
Este rescate se considera el más complejo que se ha acometido en España, ya que decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierra para excavar un pozo paralelo que llegase hasta el pequeño. Se ha activado la Comisión Judicial para investigar lo sucedido.
Más de 300 personas, entre ellas ocho miembros de las Brigadas de Salvamento Minero de Hunosa, han horadado durante casi 32 horas la tierra y la roca -en algunos tramos cuarcita, de gran dureza- que mantenían atrapado al pequeño.
En ese tiempo, la dureza de las rocas ha obligado hasta en cuatro ocasiones a los mineros a ascender a la superficie y a ser relevados por dos guardias civiles del Servicio de Montaña, especialistas en espeleología y 'microvoladuras', que descendieron e introdujeron cargas explosivas en los orificios de la roca.
Fuera del área de trabajo, en Totalán, los padres, familiares y centenares de vecinos aguardaban con tensa expectación durante todo ese tiempo las noticias sobre el rescate, del que todo el país estaba pendiente por los medios de comunicación. EFE
Fuente: EFE
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