El balance de deuda financiera de la petrolera, publicado como un aviso oficial en un diario local, mostró que ese resultado fue por una disminución de 730 millones de dólares en la deuda de PDV Holding y de una reducción de 709 millones de dólares de la deuda en bonos y de las obligaciones de la Corporación Venezolana de Petróleo.
La deuda con los bonistas en 2018 cerró en 24.711 millones de dólares. En 2017 estaba en 25.069 millones de dólares.
Aunque la información financiera revela una reducción de los compromisos, desde fines del 2017 PDVSA ha dejado de cancelar los intereses de sus títulos valores, y solamente ha atendido los pagos de los bonos que vencen en 2020 porque tienen como garantía acciones de Citgo, la filial en Estados Unidos.
En total, la República y la industria petrolera acumulan una deuda pendiente de casi 8.000 millones de dólares con los tenedores de la mayoría de sus bonos por intereses que han demorado en cancelar en el último año y medio.
Ambos culpan de los retrasos a las sanciones financieras que impuso el gobierno de Estados Unidos desde mediados de 2017.
PDVSA además enfrenta problemas debido a que su producción ha caído a mínimos en 70 años por la merma de las inversiones, la falta de personal calificado y fallas de infraestructura.
Fuente: Lapatilla.com
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