Un tanque cisterna y 15 contenedores fueron desplegados en los tres canales del viaducto Tienditas, que comunica a las ciudades de Ureña (Venezuela) y Cúcuta (Colombia). Previamente había un tanque y dos depósitos de carga.
“Queremos paz”, se lee en dos de los contenedores, algunos cargados con arena y escombros. Militares venezolanos bloquearon el paso binacional a principios de febrero, en el pulso por el ingreso de alimentos e insumos médicos gestionados por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países incluyendo a Estados Unidos.
Los obstáculos y una fuerte presencia militar impidieron el ingreso de los cargamentos desde Cúcuta el 23 de febrero, lo que generó fuertes disturbios en el lado venezolano. Las autoridades también frustraron el ingreso de otro lote de ayuda por la frontera con Brasil, donde enfrentamientos dejaron siete muertos.
En vísperas de esos operativos, el régimen comunista ordenó el cierre de la frontera con Colombia por el estado de Táchira (oeste), donde está el punte, aduciendo que las donaciones eran un pretexto para una invasión estadounidense.
La estructura vial aún no ha sido inaugurada. Iba a estrenarse en 2016, pero el cierre temporal de la frontera de 2.200 kilómetros -ordenado por el gobierno de Maduro a finales de 2015 y levantado parcialmente meses después- retrasó su apertura.
El pasado 28 de febrero, Colombia denunció que tres de los cuatro puentes limítrofes corren riesgo de colapso por el sobrepeso que las autoridades venezolanas les colocan para mantenerlos bloqueados.
Fuente: Lapatilla.com
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