Antes, los entes estatales adquirían materias primas en el exterior y las vendían a empresas locales en moneda local. Hoy no pueden hacerlo tan fácilmente ante las restricciones impuestas por la banca internacional para transferir dinero después de las sanciones de Estados Unidos que buscan cercar al régimen de Nicolás Maduro.
Desde hace un par de meses, la autoridad monetaria resolvió usar los billetes de euros que tiene en sus activos y obligar a los bancos a venderlos al sector privado cada semana a fin de que sean los mismos empresarios los que compren suministros para la producción.
El problema del mecanismo es que los euros son entregados en efectivo o depositados en cuentas en divisas en entidades locales, pero los bancos venezolanos no están facilitando a los clientes transferir el dinero a cuentas fuera del país para que puedan pagar a proveedores internacionales, según los consultados, que pidieron el anonimato.
Las instituciones financieras locales cuentan con pocos bancos globales que le sirvan de intermediarios y prefieren trabajar con cautela a la hora de mover fondos al exterior por temor a perder esos servicios bajo las sanciones vigentes, dijeron los consultados.
Como las empresas o particulares encuentran difícil movilizar los billetes de euros al exterior por cuenta propia, están comprándolos a la tasa oficial para pagar servicios o a empleados dentro del país, explicaron las fuentes.
Así, las empresas optan por liquidar con euros a proveedores locales, dar bonificaciones a empleados o cancelar dividendos a sus accionistas, según cuatro ejecutivos de empresas y bancos.
“En la práctica lo que más funciona son las entregas de los euros en efectivo a los clientes”, dijo otra de las fuentes del sector financiero. Una empresa está comprando “alrededor de 20.000 euros en billetes en promedio”, agregó.
El Banco Central no respondió a solicitudes de comentarios sobre el mecanismo.
A las empresas y particulares les interesa adquirir los euros porque la tasa de cambio oficial de Venezuela es más atractiva que el precio del dólar paralelo que rige la mayoría de las compras y ventas en el país, lo que les permite obtener una ganancia cambiaria.
En Venezuela, que vive su segundo año de hiperinflación, es cada vez más común que negocios cobren en divisas y los empleados exijan pagos en otras monedas distintas al bolívar, que se ha debilitado casi un 88 por ciento en lo que va del año frente al dólar.
En las ciudades los comercios mejor surtidos cobran en divisas o el equivalente en moneda local a la tasa del mercado paralelo, mientras en zonas fronterizas casi todo se transa en pesos colombianos y reales brasileños.
VENTA O MULTA
Las instituciones financieras hacen esfuerzos desde febrero por vender en conjunto unos 6 millones de euros en efectivo a la semana que asigna el BCV a la tasa oficial, dijeron dos fuentes. De acuerdo con las reglas, los bancos son multados si no logran colocar todas las divisas entre sus clientes.
La multa a las entidades es del cinco por ciento del monto no entregado, según un documento del BCV en su página web.
“Es un mecanismo obligatorio e imperfecto”, dijo una de las fuentes del sector bancario. No se conoce cuántos euros en efectivo posee el BCV.
Pero algunos bancos privados prefieren este esquema y han ido dejando de participar en las entregas de divisas que el emisor mantiene por el mecanismo oficial Dicom, una vez que Estados Unidos aplicó una sanción directa al Banco Central venezolano en abril, dijeron dos fuentes consultadas.
En ese mercado oficial la oferta ha sido mucho menor de la que ofrece el esquema de euros en efectivo. En la últimas dos semanas, el Dicom apenas asignó a comercios e industrias 1,1 millones de dólares, según el BCV.
Los bancos son los responsables de acudir al emisor a retirar los billetes asignados que venden a sus clientes. Dos de las fuentes apuntaron que en su mayoría el BCV distribuye billetes de 20, 50 y 100 euros.
Algunos bancos están actuando con mayor cautela y prefieren no movilizar los billetes de euros de sus clientes por las dudas que genera su procedencia, dijeron las fuentes.
El BCV recibía desde fines del año pasado la moneda europea en efectivo por la venta de toneladas de oro de sus reservas, según fuentes conocedoras de los movimientos.
“Prefiero no saber el origen de los fondos”, dijo una fuente del sector financiero.
Fuente: Donlengua.com
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