Es un misterio si entre el generalato de la Aviación están aplicando la táctica de presión para que el coronel salga hablando en contra del componente y señalarlo de conspirador. Aunque cuando el oficial fue interrogado y describió las llamadas que ha recibido de los opositores Ismael García, Delsa Solórzano, Armando Armas, Edgar Zambrano y José Trujillo, nunca recibió respuesta alguna de su componente.
El 8 de mayo, el general Gerson Labrador, director de despacho del ministro de la Defensa, solicitó investigar al coronel Andrade, argumentando que “violó el sistema de seguridad del Ministerio y puso en riesgo a personalidades miembros del Alto Mando”.
La situación fue porque el coronel llegó al edificio del Ministerio de la Defensa, solicitó subir al piso cinco, como en efecto hizo después que le dieron su respectivo pase, y llegó al despacho de Padrino López, donde está instalado un sofisticado y novedosísimo sistema de seguridad. Andrade se presentó a la oficina del general, donde explicó que estaba allí para preguntar qué había pasado con las denuncias que le había hecho en el año 2017.
Allí le dijeron que al llegar a la oficina, sin ser previamente invitado, estaba violando el protocolo de seguridad y, con ello, colocando en riesgo la seguridad de los que allí trabajan, es decir el ministro, dos vice ministros y del general Labrador.
Le enviaron un oficio al comandante general de la Aviación para que asuma la investigación. Llamaron al coronel a comparecer ante el general Uzcátegui Avendaño, como oficial investigador, y se refirió a las denuncias que ha hecho y que no han sido del agrado del Alto Mando, porque versan sobre las que hizo ante la vice presidenta de la República. Por eso le salió otra citación para una segunda ronda de preguntas, donde el oficial dijo que la verdadera conspiración en la Aviación está en miembros del Alto Mando que convierten a los subalternos en carne de cañón.
Por la irreverencia, lo tuvieron durante dos días -el 14 y 15 de mayo- en interrogatorio. Le dijeron que debía buscar abogado para defenderse y demostrar si violó los sofisticados sistemas de seguridad del edificio del Ministerio de la Defensa. “Solo quiero justicia”, repitió una y otra vez el coronel.
En febrero, el general Bruno D’Onofrio ordenó la suspensión del sueldo del coronel Andrade hasta que consiguieran un cargo para él. El alto oficial manifestó que el Alto Mando anterior había concluido que debían sacarlo del componente por considerarlo peligroso porque ningún general lo quiere y que el Almirante Clemente Díaz consideró que él había mal puesto al componente y que así se lo había dicho al almirante Remigio Ceballos Ichaso.
Las denuncias que, internamente en el componente, ha hecho el coronel son consideradas como atentados al honor militar del componente aviación e insultan al alto mando militar.
La situación se complicó desde que el coronel Andrade se reunió con el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, lo cual fue considerado por el generalato como “un agravio que no tolerarán ni dejarán pasar”.
Un general a quien consulté sobre el caso me respondió que “alguien dio la orden desde el más alto nivel para perjudicar a ese coronel. No sé decirte si fue orden del ministro pero quienes lo hacen dicen actuar en nombre del general Padrino. En eso están los generales Hidalgo Terán, Darío Pérez y Molero. La verdadera razón es que en el componente están molestos por la denuncia que el coronel hizo en la Vicepresidencia de la República”.
Por ahora se sabe que la dirección de inteligencia de la REDI (Región de Defensa Integral) ya dio parte a la Dgcim (Dirección General de Contrainteligencia Militar). La Inspectoría citó al coronel, le leyó sus derechos y lo presentó ante el Defensor Publico Militar, que asumirá su defensa. Eso le ha costado hablar con el Ministro de la Defensa.
Fuente: Infobae
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