Esta mujer casi llora durante la entrevista, en la que le mostró su nevera a este periodista, para que el mundo se entere de la miseria que pasan los venezolanos. Su marido la abandonó y ahora ella tiene que alimentar a sus hijos y a su nieta Hoimeilyn.
En ningún momento se habló de política, pero apenas quedó claro que un salario mínimo apenas alcanza para comprar poco más que una botella de aceite. Esto nadie lo podrá ocultar.
Fuente: Donlengua.com
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