Desafortunadamente las personas que rodean a nuestro presidente Juan Guaidó, no quieren perder sus cargos ni su dinero. Es muy lamentable que lo obliguen a dar este terrible paso y que obstaculicen el proceso que se venía dando para intentar ponerle fin a la usurpación de Nicolás Maduro.
A pesar de que el propio Juan Guaidó ha dicho y ha reiterado que esos "encuentros" con el chavismo solo tienen el objetivo de acabar con la usurpación, todos los venezolanos sabemos que esa no es la vía, debido a que los funcionarios del régimen son delincuentes y muy tramposos. Sería el equivalente a negociar con secuestradores que están armados, apuntando a la cabeza de sus víctimas.
No hay mayores explicaciones de lo que se conversará en esas reuniones, y eso desanima mucho a los que queremos una Venezuela libre, ya sea con la ayuda de Juan Guaidó, o de María Corina Machado. Lo cierto es que no está para nada claro el proceso que se va a seguir en Oslo, y tampoco el motivo por el cuál se debe hacer un viaje tan lejano para resolver algo que podríamos resolver dentro de Venezuela.
Este tipo de negocios deberían ser transmitidos en vivo y directo para que el pueblo se entere lo que se está negociando y así no nos agarren desprevenidos. Sin embargo no se debe crear el divisionismo entre la oposición, aunque con este tipo de medidas, lo que se produce es precisamente ese divisionismo, por lo que no deberían ser tomadas.
Durante las rutas trazadas para sacar a la usurpación, nunca se habló de diálogos ni encuentros con el chavismo ni con nadie, por lo que ahora nadie se explica el motivo de este cambio de rumbo.
Mientras que los Estados Unidos han reiterado una y otra vez que solo están esperando la orden de Guaidó para intervenir militarmente, no vemos que la intención de nuestros políticos sea esa, y más bien parece que hay gente a la que le conviene que Maduro se mantenga en la usurpación, y que se sigan atrasando cada día más las opciones para sacarlo.
Fuente: Donlengua.com
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