Una noche antes, el hombre, de 51 años, ingresó al hotel acompañado de quien era la administradora de su negocio y ambos se hospedaron en la habitación 404. Doce horas después, el personal de limpieza halló la sangrienta escena.
El gerente automotriz estaba boca abajo, su mano derecha aún empuñaba el arma, mientras que la ciudadana extranjera yacía tendida a su lado.
Desde hace más de un año, Desiree llegó a Perú a reunirse con su esposo. Ambos se casaron hace 7 meses, pero desde hace 3 meses trabajaba en la empresa de Gutiérrez Segura, en San Luis.
Fuente: Donlengua.com
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