El próximo martes el niño iba a cumplir 9 años, él deseaba celebrarlo teniendo tres tortas para compartir con sus amiguitos del hospital.
El pequeño, soñaba con ser basquetbolista pero la falta de recursos hospitalarios y económicos como consecuencia de una crisis no reconocida por el régimen de Nicolás Maduro, cobró su vida.
Ante la gravedad que vivió el niño durante sus últimos días, su madre aseguró el viernes que le hablaba al oído para darle ánimo a su pequeño pero este sábado falleció.
Con la muerte de Yeiderbeth Requena serían tres los niños que han muerto esperando un trasplante de médula ósea en lo que va de mes. El pasado 6 de mayo murió Giovanni Figuera de 6 años; y el 23 de mayo Robert Redondo de 7 años.
Fuente: caraotadigital.net
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