Sin embargo son centenas de venezolanos los que mueren cada día por los problemas tradicionales que tenemos con la inseguridad, el hambre y la alud, mientras que más de 800 personas continúan en los calabozos del régimen asesino de Nicolás Maduro, siendo torturadas a diario a pesar de que no cometieron ningún delito y simplemente son presos políticos que están siendo utilizados como moneda de cambio en los chantajes que hacen los rojos.
Desde hace varios días que no se han visto las movilizaciones de calle, y tampoco hay ningún llamado a marchar por lo pronto. Los entes internacionales que se habían comprometido a ayudar a la salida de Maduro, apenas hacen amenazas casi a diario, o sancionan de lejos a funcionarios del régimen que por lo visto no sienten ningún problema con estas sanciones.
La desesperación de las personas las ha llevado a aumentar el grado de desconfianza y si esto se mantiene así por algunas semanas más, Nicolás Maduro ganaría más oxígeno para llevar a cabo su plan de acabar definitivamente con la Asamblea Nacional, que es el único organismo que ha sido electo con el voto popular y soberano en estos momentos en Venezuela.
Los Estados Unidos han bajado en gran forma su atención al problema de Venezuela en vista de que mantienen otros conflictos más importantes para ellos en otras regiones del mundo.
Mientras que Maduro sigue financiando su revolución con dineros obtenidos de la venta ilícita de oro a otros países comunistas, y al narcotráfico manejado por los propios líderes revolucionarios que ya todos conocemos. También están entrando maletas de dinero a cambio de albergar peligrosos terroristas rusos y árabes en el país.
El día de hoy no han habido pronunciamientos del Presidente Interino Juan Guaidó, ni tampoco de los habituales líderes que nos piden mantener la confianza y la paciencia, ya que parecen estar buscando salidas negociadas para evitar una masacre contra los venezolanos desarmados.
Los venezolanos estamos obligados a mantener la confianza y el apoyo a Juan Guaidó ya que lamentablemente no nos queda ninguna otra alternativa. El apoyo a una intervención internacional se ha desvanecido por completo, y solo podemos contar con nuestro Presidente Interino para continuar los intentos de acabar con la dictadura, hasta que una madrugada de estas amanezcamos por sorpresa con un nuevo país.
Fuente: Donlengua.com
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