“Este premio gordo, que se llama Iván Simonovis, que todos ellos se llenaban la boca y se vanagloriaban de decir cualquier cantidad de estupideces por todos los medios, se les fue y aparece aquí en Washington en el centro del poder del Imperio”, señaló.
Asimismo, expresó que el régimen nunca ha buscado contactarlo. Agregó que el régimen habló con su esposa en una ocasión para hablar sobre su liberación.
“No voy a decir quien fue, pero la contactaron porque querían hablar sobre mi libertad”, admitió.
Fuente: Maduradas.com
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