Motivados por la escasez de gas doméstico, los habitantes del sector confiaron sus bombonas a un vecino, del que no trascendió su identidad.
Más de quince días pasaron y el despachador no dio respuesta por los cilindros, por eso miembros de la comunidad decidieron amarrarlo e interrogarlo sobre dónde se encontraban sus bombonas, pero no consiguieron razones convincentes.
La muchedumbre perdió la paciencia y lo atacaron a golpes. El hombre tiene entre 40 y 50 años.
Preocupados por la hostil acción, un grupo de pobladores se puso de acuerdo para llamar a un policía, presuntamente de apellido Ochoa, perteneciente al Cuerpo Bolivariano de Policía del Estado Zulia (Cpbez), dijeron.
Fuente: Panorama.com.ve
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