La desesperación de Nicolás Maduro por conseguir el dinero fácil, lo ha llevado a vomitar sobre la cara de su comandante Chavez, que abolió los Casinos del país tras haber tomado el poder en el 2000. El desgraciado "Mesmo" decía que esos sitios eran para que los ricos se divirtieran y ganasen dinero que era de los pobres, y por eso un día le dio por desaparecerlos.
Sin embargo Nicolás Maduro ahora quiere acabar con la parte del "Legado" que no le gusta del chavismo, como los Casinos y los campos de golf, y ahora quiere convertir a la capital en un centro de negocios y distracciones para terroristas, traficantes y magnates árabes.
El Burdel Humboldt tendrá su fiesta de apertura a finales de febrero.
Fuente: Donlengua.com
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