El nuevo tratamiento fue autorizado este martes por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, mejor conocida como FDA.
En su web, la institución anunció que ese método podrá usarse solo en pacientes que estén en estado crítico y cuya vida corra peligro. Además, los doctores que lo administren tendrán que pedir autorización.
La decisión de la agencia es inusual. Normalmente pasan meses para que la FDA autorice nuevos tratamientos y lo hace solo cuando ha comprobado que el método es seguro y efectivo.
El tratamiento surge de la idea de que cuando una persona se enferma el organismo genera anticuerpos que luchan contra la infección. De esa manera, cuando ese sujeto se recupera los anticuerpos quedan flotando en la sangre, especialmente en el plasma, la parte más líquida.
El tratamiento consiste en recolectar esos anticuerpos que quedan en el plasma para inyectárselos a una persona enferma y ayudarla a luchar contra el virus.
Científicos estadounidenses liderados por un equipo de la Universidad Johns Hopkins estuvieron presionando para conseguir la aprobación de la FDA y comenzar a estudiar el uso del plasma en pacientes contagiados con el coronavirus.
Uno de esos investigadores es Arturo Cassadeval, de la Johns Hopkins, que en febrero, en un artículo de opinión en The Wall Street Journal, consideró que el uso de plasma podría ayudar a contener la pandemia a la espera del descubrimiento de una vacuna, algo que podría tardar entre 12 y 18 meses.
El nuevo tratamiento fue autorizado este martes por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, mejor conocida como FDA.
En su web, la institución anunció que ese método podrá usarse solo en pacientes que estén en estado crítico y cuya vida corra peligro. Además, los doctores que lo administren tendrán que pedir autorización.
La decisión de la agencia es inusual. Normalmente pasan meses para que la FDA autorice nuevos tratamientos y lo hace solo cuando ha comprobado que el método es seguro y efectivo.
El tratamiento surge de la idea de que cuando una persona se enferma el organismo genera anticuerpos que luchan contra la infección. De esa manera, cuando ese sujeto se recupera los anticuerpos quedan flotando en la sangre, especialmente en el plasma, la parte más líquida.
El tratamiento consiste en recolectar esos anticuerpos que quedan en el plasma para inyectárselos a una persona enferma y ayudarla a luchar contra el virus.
Científicos estadounidenses liderados por un equipo de la Universidad Johns Hopkins estuvieron presionando para conseguir la aprobación de la FDA y comenzar a estudiar el uso del plasma en pacientes contagiados con el coronavirus.
Uno de esos investigadores es Arturo Cassadeval, de la Johns Hopkins, que en febrero, en un artículo de opinión en The Wall Street Journal, consideró que el uso de plasma podría ayudar a contener la pandemia a la espera del descubrimiento de una vacuna, algo que podría tardar entre 12 y 18 meses.
Fuente: Maduradas.com
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