Los funcionarios llegarán para reforzar la seguridad del dictador, pero aún nos e sabe si alguno erá asignado a Diosdado Cabello o Tareck el Aissami, que también cuentan con sus respectivas recompensas de captura por estar involucrados en el envío de toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos.
Los espías tendrán la misión de evitar cualquier plan que se le pueda ocurrir a alguien para capturar a Maduro y además contarán con el apoyo de un grupo de guardaespaldas que mantendrán vigilados los lugares en los que acostumbra dormir o almorzar, ya que piensan que podría ser atacado con drones o con francotiradores que se agrupen para poder reclamar el premio por la captura.
El miedo es latente en Miraflores y en el Cuartel de la montaña, en donde Maduro algunas veces se queda a dormir.
Fuente: Donlengua.com
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