Las medidas de libertad fueron concedidas entre miércoles y jueves. En ambos días, Varela ingresó a las 11 am y salió pasadas las 9pm del referido establecimiento, ubicado en Tocuyito, estado Carabobo. “Deme el parte del día”, pidió Varela al director del penal el segundo día. “Ministra aquí en el Internado Judicial Tocuyito tenemos a la fecha 5.010 privados de libertad”, respondió el funcionario delante de los representantes del Poder Judicial, Defensa Pública y personal del Ministerio Penitenciario que acompañaron a Varela en el operativo.
Culminado el parte, Varela se sentó en la oficina del director y comenzó a revisar cada uno de los expedientes correspondientes a los reos beneficiados. Pasado el mediodía, paró 15 minutos para almorzar una ensalada de atún con galleta dietética. Ya entrada las 3: 30 pm, salió al patio central donde estaban los presos beneficiados. A cada uno fue llamando por su nombre y apellido para entregarle un acta que debían firmar. Los reclusos pasaban de lejitos frente a la ministra por las medidas sanitarias impuestas debido a la pandemia. A las 9pm, salió del centro penitenciario y en las afueras fue aplaudida por familiares de presos que plenaron la avenida.
Estaciones de lavado. En medio de la cuarentena, Varela ha estado visitando varias cárceles del país para chequear que se cumpla el protocolo anticoronavirus y otorgar las medidas de libertad a quienes son procesados por delitos cuyas penas no exceden los ocho años de condena. “Estamos trabajando con la Cruz Roja Internacional”, acotó Varela, quien especificó que dicho organismo está donando kit de aseo personal, bombas de agua, estaciones de lavado de mano, entre otros equipos. La ministra recalcó que no hay ningún privado de libertad contagiado por covid19, pero están aislando a los nuevos ingresos para garantizar que no traigan el virus desde la calle.
“Creyendo que me comía el mundo…” E.R.A es una de las 25 mujeres que fueron liberadas bajo régimen de confianza otorgado por Iris Varela en Tocuyito. La muchacha caminó cojeando hasta donde estaba Varela revisando los expedientes. Quiso hablar con ella. “Me doblé un pie”, le dijo al pedirle permiso para sentarse. “Yo te quiero ayudar, pero veo que eres como un carrito chocón”, le comentó la ministra al interrogarle sobre el por qué ha sido trasladada de un penal a otro.
“Le he dado muchos dolores de cabeza a mi mamá, creyendo que me comía el mundo y el mundo me comió a mí”, reflexionó la joven vestida con un mono fucsia. “Me agarraron con una navaja”, prosiguió. E.R.A. para comenzar su relato de cómo cayó presa.
Recordó que junto a otra muchacha y un menor atracaban un autobús en los Valles del Tuy donde fueron apresados. Pero cuando estuvo recluida en la Comunidad Penitenciaria de Coro, unos ladrones se metieron en el autobús donde venía su padre y le quitaron todas las cosas que le llevaba a la prisión. “Ahí el destino me estaba cobrando”, dijo la muchacha quien lleva cinco años presa, de los siete que le impusieron. “Yo quiero que usted me ayude ministra”, se le oyó decir al salir del despacho.
Fuente: Lapatilla.com
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