Francisco también criticó a las gigantescas organizaciones humanitarias que dedican más dinero al personal que a sus actividades.
“Pensemos en algunas organizaciones caritativas o humanitarias que tienen muchos empleados, muchos, que tienen una estructura de personas muy ricas y al final se da a los pobres el 40 por ciento, porque el 60 por ciento va a pagar el salario de todas estas personas. Esta es una forma de quitar el dinero a los pobres”, aseveró.
Francisco explicó: “la mayor parte de los pobres son los que no vemos: los pobres escondidos. Y no los vemos porque entramos en esta cultura de indiferencia que es negacionista y negamos”.
Y “si no entramos en esta cultura de indiferencia, existe la costumbre de ver a los pobres como adornos de una ciudad: sí, los hay, como estatuas; sí, los hay, se ven; sí, esa anciana que suplica, la otra … Pero como si fuera algo normal”, añadió.
Señaló que “la mayoría son las víctimas pobres de las políticas económicas, de las políticas financieras” y “algunas estadísticas recientes lo resumen de esta manera: hay mucho dinero en manos de unos pocos y mucha pobreza en muchos”
“Y hay muchas personas pobres que se avergüenzan de demostrar que no están llegando a fin de mes; muchos pobres de la clase media, que en secreto van a Caritas y en secreto preguntan y se sienten avergonzados”, destacó el pontífice.
A propósito recordó que en Buenos Aires fue a visitar una fábrica abandonada que había sido habitada por quince familias que habían llegado en los últimos meses y explicó que era personas de clase media, que se habían llevado los muebles de sus casas, pero que estaban allí porque no podían pagar el alquiler.
Y afirmó: “la primera pregunta que Jesús nos hará en el Juicio será “¿Cómo te va con los pobres? ¿Les alimentaste? Cuando estaban en prisión, ¿los visitaste? En el hospital ¿los has visto?…”
“No seremos juzgados por el lujo o los viajes que hacemos o la importancia social que tendremos. Seremos juzgados por nuestra relación con los pobres”, dijo.
Y explicó que ocuparse de los pobres, estar con ellos “no es ser comunista, este es el centro del Evangelio: seremos juzgados por esto”.
El pontífice argentino también señaló el problema del hacinamiento en las cárceles y resaltó que en estos momentos de pandemia en estos lugares se puede terminar “en un grave desastre”.
“Recemos por los responsables, por aquellos que tienen que tomar decisiones en esto, para encontrar una forma correcta y creativa de resolver el problema”, añadió.
Fuente: Lapatilla.com
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