Aunque no se detalla cuál es el problema mecánico de la bomba, LA PRENSA pudo conocer que el aparato que está fallando es el mismo que la doctora Linda Amaro mandó a reparar a finales del 2017. “Los tanques del Hospital Central están llenos de agua, pero no hay cómo subirla. Los médicos, las enfermeras y los familiares de pacientes hospitalizados son los que deben llevar sus tobitos”, denuncia el doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en la región.
Por medio de fotografías que pudo obtener el equipo periodístico de LA PRENSA se puede ver cómo las personas buscan agua en las llaves que están a las afueras de la institución. Estos recipientes con agua son subidos por las escaleras. “Hay personas que tienen que subir hasta 54 escalones con una pimpina de agua para poder bajar una poceta. Eso es injusto para todo el mundo”, relatan fuentes internas de la institución.
De acuerdo a la información suministrada por representantes del Colegio de Médicos en el estado los servicios de Cirugía, Urología y Neurocirugía son los más afectados con esta situación. El área de hospitalización de hombres y mujeres también ve limitado su accionar por la falta de agua.
“Los baños están sucios y los pisos también. Hay mucho mal olor y eso se presta para infecciones”, es otra de las quejas habituales dentro del Antonio María Pineda.
Fuente: LA PRENSA de Lara
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