Este ciudadano había perdido su empleo como ayudante de albañilería, hace apenas dos meses, y al verse perdido sin nada qué comer, y encontrar la oportunidad de llevarse para su casa esta mano de cambures, se arriesgó a saltar el muro de esta vivienda y tomar lo que no era suyo, siendo sorprendido por el propietario, que sin pensarlo le disparó dos veces en la cabeza cuando lo vio huyendo del sitio.
Comisiones de la policía se acercaron al lugar para iniciar investigaciones, y detuvieron preventivamente al asesino, que a pesar de estar defendiendo lo que era suyo, no tenía porte de arma, como también porque la pistola tenía los seriales adulterados.
Los cambures quedaron en el suelo, cubiertos de sangre al lado del cadáver de este hombre que deja 3 hijos huérfanos, por intentar matarles el hambre.
Fuente: Donlengua.com
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