La tarde de este sábado 13 de junio el fiscal designado por la impuesta Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, informó que se ha ordenado la detención de seis funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) adscritos a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), por presuntamente estar involucrados en el asesinato de seis personas. Hecho ocurrido la madrugada del jueves 11 de junio en el barrio el Limón, ubicado en la carretera vieja Caracas – La Guaira.
Arquímides Martínez, Andrí González, Roger Blanco, Pedro Salcedo y Wilmer Yáñez, este último escolta de la Ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Valera, murieron en un procedimiento efectuado por funcionarios de las FAES, quienes aseguraron que las muertes se produjeron durante un enfrentamiento.
Para este caso fueron designados los fiscales 49 Nacional y 81 del Área Metropolitana de Caracas, ambos con competencia en Derechos Humanos, estos solicitaron ante el Tribunal 35 de Control detener a los funcionarios Sandy Bracho, Cleynis Lemus, Juan Rondón, Miguel Arias y Anthony Castellas, por los delitos de homicidio calificado, uso indebido de arma orgánica y simulación de hechos punible en contra de las cinco víctimas.
Saab aseguró que a través de entrevista de testigos presencial y referenciales, protocolos de autopsia y múltiples experticias criminalísticas de campo, el Ministerio Público logró constatar el exceso y uso desproporcionado de la fuerza en la acción policial, actos que no coincidieron con las actas suministrada por los funcionarios.
La mañana del jueves 11 de junio, familiares y allegados de las víctimas protestaron en las afueras del Hospital Periférico de Coche, a donde llegaron también para buscar los cuerpos de estas personas.
Solcire Zorrilla esposa de Wilmer Yánez, escolta de la ministra Iris Valera, contó que cerca de las 3 de la madrugada los funcionarios del FAES llegaron a su vivienda ubicada en la calle Plan de Piñango, aseguró que los efectivos saltaron por el porche de la casa, “dándole patadas a la puerta, cuando mi esposo se paró y preguntó quién era, le decían que abriera la puerta, él pidió que se identificaran y decían que eran del FAES, él se identificó, el abrió la puerta porque dijeron que iban a tumbar la puerta y yo tengo a mi niño cardiópata, yo les pedí que se calmaran para que no le fuera a dar algo".
Minutos después los efectivos del FAES mandaron al hombre a ponerse la ropa, por lo que la esposa le preguntó a dónde se lo llevarían y les manifestó que ella “tenía un concepto del FAES que son matones”, a lo que los funcionarios respondieron que no, que lo llevarían a la sede del cuerpo policial ubicada en Caricuao.
Fuente: Laverdad.com
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