Según la fuente policial, Franco en compañía de otros cómplices, se dedicaba a ofrecer estas licencias para la comercialización de material aurífero, cobrando por cada permiso más de 4 mil dólares.
Según informó el director del Cicpc, comisario Douglas Rico, estos estafadores captaban a inversionistas para la comercialización de oro a quienes ofrecían un porcentaje de ganancia.
Una vez obtenida la atención del inversionista se apoderaban del capital invertido.
El Cicpc aseguró que al menos siete personas fueron víctimas de las estafas.
Fuente: cactus24.com.ve
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