Las mascarillas se han vuelto un emblema del combate contra el coronavirus: funcionarios estadounidenses y de todo el mundo han recomendado —y en algunos casos ordenado— que la gente las use para que se pueda detener la propagación del brote mortal.
Saber de qué tipo usar no es tan sencillo. Las mascarillas quirúrgicas y las N95, las cuales ofrecen la mayor protección y son inmensamente demandadas, deberían reservarse para los profesionales de la salud que están expuestos regularmente a pacientes infectados.
A continuación, mostraremos algunos tipos de mascarillas que se pueden encontrar, cómo funcionan, qué se debe considerar al confeccionar la tuya y el nivel de protección que podrían ofrecer.
LA N95
La N95 es la mascarilla más reconocible y eficaz. Su nombre significa que puede bloquear al menos un 95 por ciento de las partículas diminutas más difíciles de capturar: 0,3 micras. El pelo promedio humano mide entre 70 y 100 micras de ancho.Estas mascarillas, diseñadas para usarse una sola vez, están hechas de poliéster y otras fibras sintéticas, entre ellas capas de fibras enredadas que actúan como un filtro para dificultar el paso de las partículas.
Asegúrate de que no haya espacios entre el borde de la mascarilla y tu piel. Esta mascarilla incluye una pieza flexible para la nariz que se moldea a tu rostro. Muchos profesionales sanitarios y otros trabajadores realizan pruebas anuales para comprobar posibles filtraciones de aire y garantizar que las mascarillas tengan el tamaño adecuado y les queden bien a las personas (si tienes vello facial, no te quedarán bien; tampoco les quedan bien a los niños).
Algunas mascarillas N95 tienen válvulas de exhalación al frente, esto facilita la respiración. Esas mascarillas se usan a menudo en las construcciones. Una mascarilla con válvula no debería usarse en zonas que necesitan permanecer estériles, como los quirófanos de los hospitales. No protegen a los demás de lo que exhalas.
QUIRÚRGICAS
Las mascarillas quirúrgicas o de grado médico tienen varias presentaciones y son menos efectivas que las N95: algunas filtran entre un 60 y un 80 por ciento de partículas pequeñas en las condiciones presentes en un laboratorio. Cuando se usan de manera adecuada, pueden servir para evitar la propagación del coronavirus al atrapar las gotículas que expulsas cuando toses o estornudas.
Las mascarillas quirúrgicas a menudo están hechas de capas de tela sintética respirable, parecida al papel, cortada en forma rectangular y con pliegues que sirven para expandirla y ajustarla mejor al rostro. Son desechables y están diseñadas para usarse tan solo una vez.
Aunque pueden proteger de gotas grandes y salpicaduras, son menos efectivas que las N95 en parte porque no son tan ceñidas.
Una mascarilla es eficaz solo si se pone de la forma adecuada: que ajuste cómodamente desde la parte superior de la nariz hasta debajo de la barbilla sin dejar espacios. Todo el tiempo que estés afuera de tu casa, debes usar una mascarilla sin moverla de arriba hacia abajo. Aunque ninguna mascarilla es cien por ciento efectiva, pueden servir para protegerte a ti y a los demás si se combinan con el distanciamiento social y el lavado regular de las manos.
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Fuente: nytimes.com
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