Este martes, cientos de venezolanos deambulaban por las plazas y parques de la ciudad fronteriza de Huaquillas en Perú, porque el ejército ecuatoriano y peruano no los deja seguir el viaje hacia el sur del continente. El alcalde de esa ciudad dijo que hay entre 800 y 1000 venezolanos en esta situación.
Todo comenzó el 25 de enero, cuando policías peruanos desplegaron en el cordón fronterizo 1.200 hombres y más de medio centenar de tanquetas, carros de combate y patrulleros a fin de bloquear al menos 30 pasos fronterizos ilegales, disuadir la inmigración ilegal y evitar que aumenten los casos de coronavirus, reportó AP.
Mientras que el gobierno de Ecuador ha enviado a su frontera al menos 200 efectivos y 20 unidades tácticas para custodiar los pasos con Perú. Esto ha causado un represamiento de migrantes en esta población de unos 50.000 habitantes y que está asentada en plena línea de frontera 400 kilómetros al suroeste de la capital.
El alcalde de Huaquillas, Alberto Astudillo dijo a AP que están muy preocupados: hasta hoy debe haber unos 800, o quizás 1000 venezolanos que se encuentran deambulando por las calles y lo más graves es que siguen llegando más y más, en pobres situaciones de salud, higiénicas y sin ningún tipo de distanciamiento social.
A la vez que pidió ayuda a las agencias nacionales e internacionales para enfrentar la situación porque ven "con tristeza a niños, madres embarazadas y mucha gente venezolana que está viviendo en las calles".
El puente internacional entre Huaquillas y la población peruana de Aguas Verdes está cerrada desde el 15 de marzo de 2020 debido a la pandemia, sin embargo, los migrantes de hacen de los miles de pasos clandestinos para la migración y para el contrabando, pese a que su uso tiene un pago exigido por mafias que operan en la zona.
Muchos de los venezolanos buscan llegar hasta Chile o Argentina caminando.
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Fuente: Donlengua.com
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