Según detalló a El Diario, en una oportunidad, Silva le habría roto la mano en tres pedazos porque ella le pidió ayuda con el cuidado de los niños. Su negativa no fue la peor parte, sino que, cuando Ron cuestionó estas razones, Silva comenzó a gritarle y luego la comenzó a golpear.
Así mismo, detalló que, aún cuando le pidió que la llevara a un centro asistencial, este se lo prohibió y la dejó encerrada en la vivienda con la mano rota.
En un descuido del hombre, Claritza usó unas llaves que tenía escondidas salió de la casa y llamó a la Policía de Carrizal. Ellos la llevaron a una clínica cercana.
De allí en adelante, Ron aseveró que los abusos fueron más frecuentes. De hecho, afirmó que, cuando tuvo a su segundo hijo, el maltrato se agravó hasta el punto que tomó la decisión de denunciarlo, confiando en que la acción tendría un efecto positivo. Sin embargo, no fue así.
«Lo denuncié en el Cicpc (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) de Maracay y regresé confiada a la casa. Luego, él llegó y me dijo: ‘Te felicito por tu denuncia’. Esa fue una de las peores golpizas que me dio», agregó.
Así mismo, afirmó que la denuncia desapareció y no quedó ningún registro de su visita al recinto policial.
«Pasaron los años y siguió siendo el mismo agresor, maltratador; la misma persona que me maltrataba física y psicológicamente todos los días«, añadió.
No fue sino hasta febrero de 2019 cuando comenzó el proceso legal para que, este 17 de marzo, Silva fuese acusado de violencia de género y se emitiera una orden de captura en su contra.
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Fuente: Donlengua.com
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