La manifestación convocada en ese entonces para exigir la renuncia de Hugo Chavez se salió de control, y ninguno de los manifestantes quería seguir las instrucciones de los líderes de la oposición que nos pedían volver a casa. Todos estaban llenos de ganas de volver a tener a la República de Venezuela, y a la bandera gloriosa de 7 estrellas. Entonces la gente se dirigió a Miraflores, porque entre todos acabaríamos, con nuestras propias manos, la existencia del dictador.
Mientras tanto, los militares, que eran amigos de Chavez, le aconsejaban que se fuera cuanto antes, como el cobarde que siempre fue, ya que si se quedaba, la gente lo despedazaría.
Chavez entonces decide escribir su libreto maquiavélico. Bloqueó las transmisiones de TV, ordenó a sus grupos armados a que mataran a cualquier manifestante que se acercase a Miraflores y llamó a su alto mando para hacer un video en el que supuestamente renunciaba y se iba del país, con sus maletas llenas de dinero, para ir supuestamente detenido a la isla La Orchila, controlada por militares.
El plan parecía perfecto para Chavez, de hacerle creer al pueblo que había renunciado, para que la gente volviera a casa. Los políticos de oposición aprovecharon el momento para rellenar ese VACÍO DE PODER y crear de emergencia un nuevo gobierno de transición, que organizaría todo para elegir a un nuevo presidente en tres meses.
Los intereses se muchos políticos se vieron enfrentados, y todos querían algo de poder. Tanto opositores como algunos chavistas, se querían repartir cargos y puestos en un nuevo gobierno, pero no lograron ponerse de acuerdo en 2 días. Al ver este descontrol, el malvado de Chávez le pidió a los militares que se lo llevaron a La Orchila, que lo hicieran volver para hacer una entrada triunfal.
Le pagó a varios uniformados para hacer todo un teatro de recepción, montándolos con banderas sobre el palacio, para recibirlo como un héroe. Su plan macabro había funcionado. Fue en ese momento que Venezuela supo que había caído definitivamente en la más temible dictadura.
Al volver Chavez el 13 de abril, dejó claro que estábamos ante la presencia del mayor delincuente que ha parido Venezuela, el que convertiría este bello lugar en lo que vemos durante los años siguientes, un sitio inhóspito, desagradable, miserable y completamente atrasado.
Hoy 11 de Abril, muchos años más tarde, no tenemos nada que celebrar, pero sí que lamentar, que ese día no se haya producido la libertad de la Venezuela próspera del pasado.
Entonces recordamos con luto el 11 de abril de cada año, la última vez que Venezuela intentó recuperar la libertad. El día del vacío de poder y del fin de la libertad de expresión en Venezuela. El día de las traiciones de supuestos políticos de oposición, que prefirieron mantener sus cuentas bancarias con dinero, que la libertad de todo un pueblo. El día en el que murieron las esperanzas de 6 millones de personas que hasta el 2022 se han ido del país.
Fuente: Donlengua
No hay comentarios:
Publicar un comentario